martes, 28 de junio de 2011

Ajustando cuentas con la dama de blanco

La verdad es que cuando empiezas a hacer números da un poco de vértigo. No quieres hacerlo porque no quieres tener que juzgar los resultados. No quieres tener que plantearte si es rápido o es lento. Te taparías los ojos si pudieras rebuznar para no tener que ver más allá que una meta que ansías desde hace tiempo. Pero no puedes evitarlo, tienes que calcular.


Yo también lo hago. Hoy es martes y tocaba visitar a la dama de blanco. Ha encendido coqueta la luz verde y eso es una buena noticia. Dos kilos setecientos gramos era la guinda del pastel y suficiente para tenerme contengo durante el desayuno (torta dukan con yogur cremoso 0%, para quien tenga interés).

Las conclusiones tienen que ser positivas a la fuerza. Casi siete kilos en dos semanas supera mis objetivos más optimistas. Me acerco a la cifra de estabilización de un kilo por semana y empiezo a contar meses. Se me acaban las dos manos y aún no hemos bajado de los cien. No, no. No puedo pensar en eso ahora. Escribía en el foro hace un rato que necesitamos pensar en un final para no sentir vértigo. Nos asusta pensar en que un proceso pueda alargase de por vida porque la vida no es algo que entendamos como una unidad de tiempo.

El ser humano es increíblemente simple para algunas cosas y complejo para otras. Tiene unos mecanismos de defensa realmente sorprendentes. Esos mecanismos me dicen que debo pensar en un número determinado de meses esto terminará. Lástima que asuste tanto calcular ese número. Quizá por eso tengo que reafirmarme en la idea de que esto, simplemente, va para largo. Seguiré sumando aunque voy a utilizar excel para hacerlo en breve. De momento, seis kilos novecientos. Y esa excusa es mayor que la que necesitaba para seguir.

Por suerte, sé que somos muchos los que seguimos. Algunos tienen más problemas que otros para hacerlo. No puedo dejar de pensar que hay quien siente sus problemas como un castigo. Poco puedo hacer yo para convencerlos de lo contrario, de que más vale encender una vela que maldecir la oscuridad. Para todos ellos, mi regalo es este video. Para el que no lo conozca, que se limite a mirarlo y sentirlo. Que se tome el tiempo de verlo entero, con calma y que tome sus conclusiones.

Un abrazo a todos.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

me encaaanta leerte!!

Un buen preplaya dijo...

Y a mí saber que hay alguien al otro lado. Si no, daría muchísimo vértigo.

kortatu dijo...

Hola, yotambién hago cálculos, pero para no ver el fin tan lejano, me propongo unas "metas volantes".
Y ya sabes, si "haces cima" prémiate con algo que no esté relacionado con la comida: cómprate algo caro que te haga ilusión, regálate un viaje o un fin de semana en un balneario.....como dice el anuncio "porque tú lo vales"

Un buen preplaya dijo...

Premiarse es una muy buena política. Yo me premio continuamente desde hace un par de años. Decidí que sería el mejor hermano mayor que se puede tener.

Así que me animo mucho, me exijo bastante y me riño un poco. Y cada vez me llevo mejor conmigo mismo. Tenemos una relación muy buena.

Publicar un comentario